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Metales con geomística: Diseñadoras mexicanas en la órbita

Metales con geomística: Diseñadoras mexicanas en la órbita

Artículo original por Siglo Nuevo

Mani Maalai significa 'collar de gemas', es un nombre importado de La India que ya da una pista específica sobre la especialidad de este proyecto empresarial.

Las hermanas Alejandra y Gabriela Morales son Mani Maalai y tienen como lema “Joyas inspiradas en la tierra”. El interés por elaborar sus propios diseños y fabricar las piezas nació a partir de búsquedas infructuosas. Fundaron la empresa en 1999 y su negocio comenzó con el pie derecho: conocían bien el nicho de mercado en el que iban a incursionar, sabían que tipo de productos estaban ausentes en catálogos y exhibidores, tenían clara la dirección a tomar.

Ninguna firma, ningún artesano, había hecho las alhajas que ellas habían imaginado.

Las joyas atractivas no sólo tienen oro, plata o una piedra preciosa, también poseen un punto de partida y una carga simbólica. Las hermanas Morales comprenden, por experiencia propia, que para mover la atención de quienes buscan un objeto en particular, la innovación es la palanca, mientras que los elementos clásicos hacen las veces de puntos de apoyo.

La línea de producción de Mani Maalai persigue un final en el que quedan fijadas tanto una vocación por lo emergente, lo inusual, como ciertas características de los lugares comunes; éstas últimas no definen el conjunto, al contrario, contribuyen a destacar la novedad.

COLLAR

Mani Maalai significa 'collar de gemas', es un nombre importado de La India que ya da una pista específica sobre la especialidad de este proyecto empresarial. Sin embargo, los collares no son la única forma en que se manifiestan sus conceptos; la misión es conectar con los clientes en diversos planos, brindar satisfacciones diversas a quienes observan sus catálogos.

El principio de todo es la observación del entorno, de las bellezas tanto orgánicas como inanimadas dispuestas a manera de mecha para encender el proceso creativo. Luego viene la traslación hacia la existencia material, hacia el cuerpo surgido a partir de las bondades metal o conformado para destacar la masa de la gema.

Empeño en la manufactura es una de las claves de esta empresa mexicana; sus fundadoras están conscientes de que las ideas difícilmente llegan a concretarse sin el trabajo y sin el conocimiento adecuados para formalizar aquello que han entrevisto o imaginado o soñado.

Pero no todo en el proceso es la frialdad de la técnica. El instinto colabora, crear es pasión y ésta tiene la costumbre de abrir la puerta a destellos de algo nuevo o bien exploraciones de terrenos ignotos. En ocasiones estos fenómenos se presentan desde el momento en que son seleccionados los materiales y dar con la forma que guarda ese metal valioso o esa piedra preciosa se convierte en un trayecto más instintivo que racional.

Si el oro adquiere un aspecto sofisticado, si la plata se despliega con una imagen estilizada, no es que el concepto lo exija, también es gracias a una labor artesanal, a la templanza distinta otorgada por el trato cuidadoso.

ATENCIÓN

Darle al material una dimensión precisa, retratar fielmente lo que sólo existía como una idea, le ha permitido a Mani Maalai llamar la atención de diversos especialistas del mundo de la moda. En 2015, el 'collar' de las hermanas Morales fue elegido semifinalista del Who´s On Next, concurso organizado por Vogue para “impulsar a nivel internacional al próximo diseñador mexicano”.

La marca traída de la India se ha convertido en una de las casas de accesorios favoritas de la prensa del glamour.

Nada mal para un negocio surgido de un propósito sencillo: ofrecer a mujeres como ellas artículos que visualizaban para su alhajero sin correspondencia alguna con las existencias disponibles.

El año pasado la empresa formó parte de la delegación del México Fashion Design que viajó a Alemania para mostrar sus propuestas dentro de la Feria Premium, una de las actividades emblemáticas de la Semana de la Moda en Berlín. Las hermanas llevaron joyería hecha de plata y otros metales, algunas piezas con chapa de oro y piedras naturales.

Una directriz que les ha valido resultados importantes para llamar la atención de clientes, promotores y críticos, es la mejora continua de sus procesos.

 

COLECCIONES

Piezas conservadoras o piezas atrevidas, artículos inspirados en el alto temblor de las constelaciones o en la minúscula vida de los insectos, joyas cuya implicación simbólica arranca pero no concluye en la geomística, esas son algunas maneras, de menor a mayor implicación afectiva, de entrar en la órbita de Mani Maalai y sus catálogos.

Su inventario muestra complementos que adoptan la generalidad de una simetría cuyas líneas apuntan hacia un centro en el que está el detalle en apariencia irregular, pero acuñado con la bella carga de un simbolismo en algunos casos milenario.

Recientemente emprendieron el reto de extender su campo de acción con la serie Ornamento, la cual se distingue porque las piezas son creaciones únicas y no están hechas para la plataforma epidérmica sino para decorar el interior de una habitación.

La trayectoria del 'collar de perlas' está afincada en conceptos como Geomística, su colección dedicada, en su mayor parte, a principios astronómicos: aretes, brazaletes y anillos como representaciones del cosmos, de la luna, de las estrellas, o que denotan la peculiar irradiación de su aura.

De ahí surge un título que combina la geometría, esa rama encargada del estudio de las propiedades y las medidas de una figura en un plano, y la mística, actividad espiritual que aspira a conseguir la unión del alma con la divinidad por diversos medios. Como todo confluye en el mismo lugar, se descubre el pleonasmo.

La creación de joyas que incluso trascienden los fines estético y utilitario para erigirse en amuletos con su función protectora, con la reserva energética, es otra vertiente de la actividad creadora en Mani Maalai. Las hermanas Morales persiguen un fin en el que se crea un vínculo emocional entre la persona y sus alhajas. No obstante, estas diseñadoras dejan espacio para un elemento lúdico, uno que se descubre siempre que se ponga atención a la naturaleza de las piezas. La clave para alcanzar esa certeza la proporcionan ellas mismas y se resume en que la vida es muy corta para portar joyería aburrida.

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